HUÉSPEDES DE HORMIGAS
1.1.
Platyarthrus schoblii
Budde-Lund, 1885
(Isopoda, Oniscidea)
Esta diminuta
(2-4 mm) cochinilla
blanquecina,
es conocida en las Azores,
el norte de las costas del
Mediterráneo y del mar Negro.
Habita en el nido de varias
especies de hormigas
de los géneros Formica, Lasius, Linepithema
y Messor.
Se le ha encontrado
fuera de esa región, en Hungría, dentro de los nidos de
Lasius neglectus.
Véase
su
distribución y biología en Tartally et al.
(2004)
¿Quiere verlo vivo?.
Pinche
aquí:
(video:16”;
2.3 Mb.
Ver/descargar).
1.2. Platyarthrus hoffmannseggii Brandt,
1833 (Isopoda,
Oniscidea)
Esta cochinilla, igual de menuda que la
anterior, tiene una distribución muy amplia en Europa. Se ha detectado en nidos de L. neglectus en Bélgica (Dekoninck et al.,
2007), demostrando que la hormiga puede también adoptar huéspedes locales.
Véase en la figura siguiente el distinto aspecto de ambas cochinillas.
(Imagen obtenida de Tartally et al. 2004: A:
P. schoblii; B: P. hoffmannsseggii)
2.1. Clytra
laeviuscula Ratzeburg, 1837 (Chrysomelidae)
(Imagen
obtenida de
http://culex.biol.uni.wroc.pl/cassidae/European%20Chrysomelidae/clytra%20laeviuscula.htm
)
Se encontraron unas larvas
dentro de un nido de
Lasius neglectus
en Sant Cugat (Barcelona,
España)
situado en la base de
un
chopo
(Populus nigra),
cerca de la vía del tren.
En el laboratorio eclosionó
un macho. Se supone que estas larvas
comen huevos y larvas de la hormiga.
2.2. Amphotis
marginata (Fabricius, 1781) (Nitidulidae)
(Imagen obtenida de
www.zin.ru/Animalia/ Coleoptera/rus/ampmarhe.htm )
Se encontró un
escarabajo en
un
nido de
Lasius
neglectus
en un punto periférico de la
supercolonia
de Seva
(Barcelona,
España).
Se alimenta
forzando
la
regurgitación
de las obreras.
Si
los escarabajos son
atacados,
se agachan y
quedan
protegidos
por sus peculiares
alerones cuticulares.
3.1. Myrmecophilus
(Myrmecophilus) acervorum Panzer, 1799 (Gryllidae)
Los grillitos
Myrmecophilus se encuentran en el nido de varias especies de hormigas.
Hembra y detalle del oviscapto.
Estos grillos pequeños
y
ciegos, se
han
encontrado
en nidos
de
L.
neglectus
de
tres poblaciones en la província de Barcelona: Bellaterra (una hembra, 2.IV.2003;
un
macho,
16.VI.2004),
Seva (un
macho,
una hembra, 30.IV.2003), Begues (una
forma
juvenil, 20.X.2005),
Badalona
(27.ix.2005) y Matadepera (1 macho, 3 hembras, 3 juveniles,
22.x.2009)
(Espadaler & Olmo, 2011). Otro posible nombre es M. myrmecophilus pero su estado como
especie todavía es incierto. ¡Observe
estos
grillos nerviosos e
interesantes!
(video:
20”; 2.8 Mb.
Ver/descargar).
4.1.
Cyphoderus albinus Nicolet, 1842 (Cyphoderidae)
Este colémbolo ha sido encontrado
recientemente en nidos de L. neglectus en Bélgica (Dekoninck et
al. 2007). La especie es frecuente en nidos de hormigas europeas.
(Imagen
obtenida de
http://www.geocities.com/~fransjanssens/taxa/collembo.htm)
OTRAS INTERACCIONES
1.1.
Áfidos atendidos por Lasius neglectus
en España.
Las hormigas se han detectado en
más de 30
especies de árboles en
España;
por
consiguiente, es probable que las especies de áfido involucradas también sean
variadas. A continuación se muestran algunos ejemplos.
Pulgones verdosos en un brote joven de Quercus ilex.
Áfidos oscuros atendidos en Cirsium eriophorum.
Atendiendo a
Lachnus
roboris
(Lachnidae), un áfido enorme, mientras se alimenta en
Quercus ilex.
Esta especie constituye
una fuente importante de melaza para
Lasius
neglectus en las
poblaciones de
Bellaterra
y
Seva. Véalo caminar:
(video:
23”; 3.2 Mb.
Ver/descargar).
La
emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV) por las plantas depende de
la temperatura y la luz. Otros factores como la herbivoría de insectos
también pueden modificar las emisiones de COV. La alimentación del áfido
promueve la liberación de nuevos compuestos y cambia la composición de las
mezclas de volátiles. El efecto de los áfidos Lachnus roboris y dos
especies de hormigas tienden sobre las tasas de emisión de terpenos en
retoños de encina de 4 años de edad (Quercus ilex) fue investigado
durante un experimento de campo. Hubo cinco tratamientos: arbolitos solos
(T1), infestados de pulgones (T2), infestados con áfidos y atendidos por la
hormiga nativa Lasius grandis (T3), los cuidados por pequeñas
colonias de la hormiga invasora Lasius neglectus (T4 ), y los
atendidos por grandes colonias de la misma especie de hormiga invasora (T5).
La infestación por
Lachnus roboris provocó la emisión de Δ3-careno y el aumento de la
emisión de mirceno y γ-terpineno. Las emisiones de terpenos se modificaron
en función de la especie de hormiga que lo atiende. La hormiga nativa L.
grandis provocó un aumento de α y β-pineno y sabineno. La hormiga
invasora L. neglectus sólo disminuyó significativamente la emisión de
mirceno, uno de los principales compuestos de la mezcla emitida por Q.
ilex. La abundancia de áfidos no se correlacionó con la tasa total de
emisión de terpenos. Estos resultados ponen de manifiesto que los áfidos y
hormigas modifican las tasas de emisión de terpenos, dependiendo de las
especies de hormigas (París et al. 2010).
2.1.
Lasius neglectus –
y otras especies de
hormigas-
son presas de pájaros.
En febrero y marzo del 2000, se observó, en el
bordillo de parcelas no urbanizadas, que la tierra había sido excavada
a todo
lo largo. En ese mismo lugar pudo observarse un pájaro. Se
recuperaron excrementos en la misma zona. El contenido de los éstos se
muestra abajo. Se sabe que los pájaros Picidae se alimentan de hormigas, sin
embargo no podemos afirmar con seguridad que el pájaro observado pertenezca
a esta familia.
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Excrementos de pájaros |
Contenido de los
excrementos |
Cabezas y otros fragmentos de un Camponotus,
tres Crematogaster scutellaris y una docena de Lasius
neglectus. |
El número medio de individuos estimado por gramo de excremento seco es de 1880.
El peso seco de dos de los excrementos enteros recogidos es de 0.36g y 0.72g,
lo que equivale a unos 680 y 1360 individuos respectivamente.
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ECTOPARÁSITOS
Los hongos Laboulbeniales son relativamente raros en
hormigas. Herraiz & Espadaler (2007) documentan a Lasius neglectus
como un nuevo huésped para Laboulbenia formicarum, que es también
una nueva adición a la flora micológica de Europa continental. El homngo
se conocía hasta ahora de Norte América y de una
localidad extrema en Madeira. Las hormigas infestadas estaban
forrajeando normalmente sobre tamarindos, Tamarix gallica,
plantados en un paseo marítimo en L’Escala (Gerona, España). La
infestación se extendía a lo largo de 540 m, probablemente debido a la
estructura supecolonial de la especie huésped. Se recolectaron obreras
de otras once especies de hormigas en la misma localidad pero ninguna
estaba infestada con el hongo. El paseo fue destruido por una galerna (Diciembre
2008) y ha sido reconstruido. Se han plantado nuevos árboles y la
extensión de L. neglectus se ha reducido considerablemente,
aunque la infestación por el hongo persiste (Octubre 2017). Localidades recientes para este par de
organismos son Douarnenez (France;
J. Wagenknecht leg.),
Saintes-Maries-de-la-Mer (France; C. Lebas leg.) y Gif-sur-Yvette
(France; S. Tragust leg.) (Espadaler et al. 2011).
La distribución geográfica del par hormiga-hongo tampoco es uniforme (Tartally
& Báthori, 2015). El hongo no parece afectar a las hormigas ya que forrajean normalmente,
sin ningún cambio aparente en su comportamiento. Es un evento sumamente
infrecuente que dos organismos introducidos separadamente -la hormiga de
Asia y el hongo de América- se encuentren. En este caso
la interacción no parece afectar negativamente a la hormiga pero,
obviamente, es posible interpretarla como positiva para el hongo. En
experimentos de laboratorio, sin embargo, parece ser que el grado de
infestación por Laboulbenia debilita la respuesta de las hormigas
a la infección por el hongo entomopatógeno Metarhizium brunneum (Konrad
et al. 2015).
El
seguimiento a largo plazo de la prevalencia e intensidad de infección en
dos poblaciones (supercolonias) durante 4–10 años muestra la extensión
epizoótica del parásito, con un 14% de incremento anual, hasta llegar
ca. 80% de individuos infestados. (Tragust et al 2015). No es
posible, por ahora, predecir cuales serán las consecuencia a largo plazo
de esta infestación para las supercolonias de L. neglectus. En
especies invasoras no es raro observad colapsos demográficos y, aunque
se han adjudicado a enfermedades o patógenos, hay muy poca
documentación. Por otra parte, también se ha argumentado que la
evolución de parásitos especializados -y las Laboulbeniales lo son- en
los nidos relativamente aislados del medio externo de algunos insectos
llevaría a la evolución de cepas menos virulentas.
Pata de
Lasius
mostrando muchos talos del hongo sobre el fémur y tibia. Arriba,
izquierda: talo maduro de Laboulbenia formicarum (foto de S.
Santamaria).
Paseo marítimo junto a la playa en L’Escala (42º 7'N, 3º 7'E). Las
hormigas nidificaban en la base de los tamarindos y forrajeaban en la
copa de los mismos. |